A WALK IN THE CLOUDS
Actualizado: 6 may 2020
Fue un 27 de agosto cuando nos decidimos por hacer la ascensión a la cima del "Banderillas", con sus imponentes 1.993 metros, nuestra intención era vivaquear en lo alto, pasando noche para disfrutar de las estrellas y realizar fotografías nocturnas de la vía láctea.
Su altitud, la escasa contaminación lumínica, el extenso campo visual y la baja densidad de población en esta zona, lo convierten en un lugar privilegiado para la fotografía como para la observación del cielo y el paisaje.
La ruta comienza en pleno nacimiento del río Segura, en la pequeña aldea de Fuente Segura ascendiendo por una pista forestal en dirección a la altiplanicie de "Los campos de Hernán Perea", los campos son rocosos, desprovistos de arbolado y con infinidad de simas, donde la ruta serpentea y se pierde en el horizonte en dirección al pico Banderillas, donde hicimos noche.
Esta pista en el mes de agosto puede parecer bastante desértica, pero es las más transitada en estas fechas por los rebaños de ovejas segureñas, al ser esta una buena zona de pastos frescos en los meses de más calor. Pronto nos encontramos en la ladera del Banderillas, serpenteando suavemente entre colinas sin árboles, mientras nos acompañan impresionantes vistas del valle del Aguamulas y el Guadalquivir.
Esta senda llevará a la cumbre del Banderillas, donde nos encontraremos dos casetas de vigilancia, una de ella para los fogoneros y otra que utilizan de almacén, y que cualquier persona puede utilizar para pasar la noche, de las panorámicas más impresionantes de toda la sierra.
La tarde se tornaba fresca y en el horizonte se divisaban algunas nubes que amenazaban tormenta por encima de la Sagra.
La foto esta tomada alrededor de las 12 de la noche, cuando la tormenta eléctrica se encontraba cerca de la cumbre del banderillas, fue un momento perfecto para disfrutar de los relámpagos entre las nubes por encima de los campos de Hernán Perea y la vía láctea como fondo.